Artes y Diseño, Moda

Carita Bonita, moda embajadora de una ciudad

Su mente es risueña y espontánea igual que los bocetos que luce su mesa de trabajo. Bajo el reloj, meramente decorativo, ella diseña sin pausa desde sudaderas hasta vasos de café. Maestra, madre pero sobre todo emprendedora innata a Eva no hay proyecto que se le resista. Es la auténtica alma creativa de Carita Bonita, una marca embajadora de una ciudad: Huesca.

Para qué soñarlo, pudiéndolo crear.  Soy una mente inquieta, todo lo que pienso, lo intento hacer, lo intento conseguir. Creó que ese es el motivo por el que nació Carita Bonita. Todo comenzó cuando unas amigas que iban a una feria de Artesanía, me comentaron si les podía coser unos monederos. Lo hice. Al año siguiente, me encontrabafrente a una clase de pintura en una Facultad de Bllas Artes. Era el momento de crear mi propia marca.

La palabra favorita de mi madre. Dicen que a veces hay que dejarse llevar por el primer impulso.  Un día en clase, tuve que realizar un autorretrato. Al terminarlo, vi reflejada la cara de mi madre. Pensé en ella, y en su palabra favorita: Carita Bonita. Todo estaba dicho. Con el logotipo, las etiquetas y la gran ilusión de una principiante me lanzaba a la que sería mi primer año sola en la Feria de Artesanía de mi comunidad.

Embajadora de una ciudad. Hoy después de tantos años de esfuerzo y trabajo, Carita Bonita se ha convertirá en embajadora de Huesca porque vivo mi ciudad a fondo. Muchas personas que vienen de turismo  o los propios oscenses, nos visitan antes en la tienda física y se llevan un recuerdo de Carita Bonita. Es fácil de transportar y lo consideran alto típico de la ciudad igual que podría ser un dulce.

Ser feliz con lo que haces. El éxito para mí es ser feliz con lo que consigues a nivel personal. Para mí, es realmente un éxito que la gente regrese y valore el trato y la cercanía del comercio local.

Cumplir un sueño real. Aunque siempre hay baches, y no todo funciona a las mil maravillas, soy una persona que cumplió su sueño real. Mi familia y amigos son un pilar clave porque siempre me han apoyado, pero mi ciudad también es el impulso diario, al demostrarme que está involucrada con mi marca.

 

Queremos a nuestros clientes. Tengo la suerte de poder decir que tengo personas (familia , amigos y clientes) a mi lado que confían y creen en mi proyecto igual que yo. Somos una empresa familiar y muy humana que trata bien a cada persona que entra por la puerta. Los tratamos como una familia.

No tengo tiempo para regatear, solo para ser creativa. Los proveedores, los pagos, Hacienda, la cuota de autónomo, la luz… también existen y a veces, no todo es de color rosa. Debes estar continuamente ajustando precios, mirando márgenes. Es la pura realidad del emprendedor. Yo solo quiero tener tiempo para crear y ser creativa.

 Mantener viva la ilusión. El papeleo es lo más complicado pero mantener la ilusión cuando hay baches también lo es. Lo hago casi todo de forma impulsiva y ahí está la frescura tan característica de las ideas alocadas de Carita Bonita.

 

Eva es Carita Bonita. Este proyecto lleva detrás de sí un mensaje que surgió de un alterego. Cuando yo era adolescente tenía complejo de patito feo. Es por eso, que decidí inventarme un personaje que fuese  valiente, fuerte y descarado, que pudiese decir en voz alta lo que le diese la gana. Eva es Carita bonita y viceversa.

Pantalón, sudadera y camiseta. Es mi estilo y soy fiel a él y a mi propia marca, salvo que descubra algo realmente loco y especial.

La calle, fuente de inspiración. La inspiración surge de las propias experiencias vividas, lo que veo y vivo en la calle, con mi familia y con mis amigas, en general y por supuesto,  mi pequeña Little A, mi hija. Al final, como todo, la creatividad no tiene límites y la inspiración la puedes encontrar día a día en cualquier lugar. Solo hay que saber mirar, estar alerta.

Lo siento pero molo demasiado. Antes de que surgiera el boom de las frases positivas, Carita Bonita ya creó camisetas con frases alegres con las que sentirse identificada. Creo que a veces tengo el don o el instinto natural de saber anticiparme a lo que creo que va a estar de moda. Otro claro ejemplo me ha ocurrido con los unicornios, que los tenía ya dibujados desde hace 6 años.

 

 

Un columpio de emociones. No olvidarse de que hay que ser fuerte emocionalmente porque emprender es un auténtico vaivén de emociones llenos de imprevistos, alegrías y obstáculos. No es oro todo lo que reluce.

Ser solidarios. Somos solidarios como personas, no como empresa. Siempre lo hemos sido, incluso mucho antes de que ello fuese una cuestión de imagen de marca. Seguiremos siéndolo.

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